QUIEN SOY

 

EL EDUCADOR ESPECIAL Y SU PERFIL COMO DOCENTE DE APOYO

 

 

El pasar de los años  ha traído consigo diferentes cambios en la forma de concebir la educación especial, actualmente se comprende como un proceso orientado hacia el desarrollo humano, teniendo como base el reconocimiento y respeto por las características particulares de cada sujeto; las condiciones de enseñanza – aprendizaje y la consideración como miembros activos y participes de la comunidad en la cual se desenvuelven.  La educación especial forma parte y se inscribe dentro del sistema educativo general, es decir, dentro de los mismos fines de la educación planteados desde la Ley General (Ley 115/94), su filosofía se enmarca dentro de concepciones multidimensionales de complejidad e integralidad del ser humano; es así como sus propósitos y metodologías se  inscriben dentro de una educación EN Y PARA LA DIVERSIDAD, cambiando sustancialmente la formación y campo de acción de los docentes en educación especial.

 

Desde la facultad de educación, el programa de Educación Especial pretende formar al licenciado bajo los fundamentos de desarrollo y potencialización de una gran calidad humana, en el respeto por la diferencia y el reconocimiento del otro, en su capacidad para comprender y explicar las diferencias individuales en una gran calidad y competencia respecto al saber específico y en el planteamiento y desarrollo de propuestas pedagógicas acordes a las necesidades de los sujetos objetote su saber.  En esta misma línea el perfil del Licenciado en Educación Especial de la facultad de educación se fundamenta en los tres principios básicos de la Universidad de Antioquia, los cuales son: investigación, docencia y extensión.  La investigación, la cual se da en cada uno de sus Seminarios y prácticas pedagógicas y más a fondo o con mayor rigurosidad en el ciclo de Proyecto y práctica pedagógica en los tres últimos niveles, permite al docente en formación articular los enfoques teóricos de la educación especial con el quehacer docente, favoreciendo la reflexión permanente y el planteamiento de estrategias viables para responder a las demandas de todos sus estudiantes.  En cuanto a la extensión, se evidencia en el enfoque social desprograma, que a través de sus prácticas, proyectos y espacios conceptuales y de interacción con diversos sectores y actores, permite la relación permanente y directa con la población objeto de estudio y con la comunidad en general, proyectando de esta manera la institución en la sociedad.  La docencia permite formar al licenciado en el campo de la educación especial, mediante el desarrollo de un currículo que permite la apropiación conceptual y práctica del saber disciplinar; un currículo que así como la educación especial, ha ido evolucionando y se ha flexibilizado, pretendiendo brindar a sus estudiantes una formación actual que de respuesta a las demandas del medio, generándose así cambios estructurales y procedimentales que han respondido en alguna medida a los requerimientos de sus estudiantes, de la ley y de la población a la cual se dirige.  Sin embargo y a pesar de que el programa se fundamenta en una formación en y para la diversidad, la cual implica brindar una enseñanza  con igualdad de oportunidades para todos incluyendo a otros grupos vulnerables de la sociedad, diferentes a las personas en situación de discapacidad, se le ha dado mayor énfasis a esta población y de igual manera las prácticas pedagógicas se han dedicado a esta labor. 

 

Si bien es cierto que el docente en educación especial debe tener una formación que acoja aspectos biológicos, etiológicos y diagnósticos, también es cierto que actualmente se vive una problemática social que ha llevado a sus habitantes a la privación de sus derechos, entre ellos el tan mencionado y vulnerado derecho a la educación, así como a la privación socio cultural y económica que ha causado dificultades en el desarrollo integral de la población, generando de esta manera grupos de personas que por sus condiciones se les cataloga como poblaciones vulnerables y a las cuales es necesario hacer participes de los servicios que ofrece el país, entre ellos la oferta educativa, y no de manera “especial”, si no con alternativas, estrategias y acciones acorde a sus intereses, necesidades y capacidades de manera que permitan su desarrollo integral, es decir desde todas las dimensiones del ser humano y teniendo en cuenta todos los actores que allí se ven involucrados.

 

 Se ve la necesidad de generar mayores espacios de formación práctica donde se permita mayor interacción con la diversidad de poblaciones, facilitando el desarrollo de habilidades, capacidades y saberes en el docente en formación en beneficio de un servicio de mayor calidad y equidad; y que además sea coherente con el perfil ocupacional del licenciado en educación especial, el cual se compone de cuatro campos, así: campo educativo, c. de la salud, c. de la extensión y c. investigativo.  Desde el campo educativo una de los espacios de desempeño es el de maestro de apoyo, con una función que va más allá de la atención a estudiantes con necesidades educativas especiales derivadas de alguna discapacidad, siendo un educador para la inclusión, la equidad y el desarrollo.  En este sentido Lady Meléndez en el tercer congreso internacional de discapacidad define las funciones que  debe cumplir el docente de apoyo, entre ellos se encuentra ser compañero y orientador de la familia en los procesos de desarrollo y de enseñanza aprendizaje; ser compañero del docente de grado o área; se mediador y modelo en la evaluación y el diagnóstico de las barreras para el aprendizaje que experimentan algunos estudiantes; ser mediador y modelo en la aplicación de estrategias para el desarrollo del pensamiento; ser creativo y flexible; ser un investigador permanente; ser promotor de la inclusión educativa, entre otras. Se puede decir entonces, que de acuerdo a estas funciones el propósito fundamental del maestro de apoyo es trabajar conjuntamente para brindar gran variedad de estrategias pedagógicas al maestro “regular”, a los estudiantes, directivos, padres de familia y a la comunidad, para facilitar el desarrollo multidimensional de todos los estudiantes sin ningún tipo de excepción, siendo orientador y planificador de dichos procesos. En este aspecto el programa de educación especial forma al estudiante en la importancia de la familia en el proceso educativo de sus hijos; en el desarrollo de habilidades para la creación de estrategias de trabajo de manera que se les involucre y se genere mayor compromiso en esta labor; en la orientación para la defensa de sus derechos; en la actitud, interés, profesionalidad ética, responsabilidad social, trabajo colaborativo; en la creación y ejecución de estrategias de enseñanza aprendizaje y evaluación, entre otros aspectos que posibiliten una formación que de respuestas a las actuales demandas del medio a través del desarrollo humano desde la dimensión del Ser, el Saber y el Saber hacer.  Frente al perfil del maestro de apoyo que propone Lady Meléndez es evidente la necesidad que desde la Universidad se abran mayores espacios orientados a la diversidad, a la filosofía inclusiva, como una cultura de vida y al respeto por el otro, que en resumidas cuentas ese “otro” somos todos.